SHELMA T´astimu

SHELMA T´astimu
T´ASTIMU FILLA

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sábado, 13 de abril de 2013

Cap 6 Shelmi




        Shelmi, remojaba sus pies desnudos, en el lago cristalino; formando ondas silenciosas y en esa espiral, se reflejaban imágenes de su pasado, como si de una obra de teatro se tratase. Se vio a si misma, devorada por el dolor y el placer que produce; la creación de la vida. Pero su recompensa fue doble, tras el primer llanto, resurgió como un Eco, otro grito de vida. Aún podía recordar el vacío de su vientre y el fervor de sus senos, alimentando a esas criaturas indefensas.
       Aquella imagen, quedo congelada en el fondo del lago y unas lágrimas regaron su sonrisa triunfal. El aroma de las Magnolias, le hizo divagar... Se sentía utilizada por aquellos guardianes del Grial, esos titiriteros de los humanos. Le parecía que ese Gran Proyecto, que iniciara su abuela. No era más que uno de esos hilos, que tejían el Tejo los caballeros del Grial, para así perpetuar su existencia y crear su propio Gran Proyecto... El de la humanidad, ese que iniciara Jesús, el hijo de la mujer de las palomas.
       ¡Que desfachatez y que soberbia! La de estos seres —se decía para sí, Shelmi— ¿Pretender ser Dioses? o ¿Acaso lo son? Aunque a Shelmi, le importaba poco esta cuestión. El caso es que había conseguido su objetivo, dos hijos de la estirpe de Jesús. Que más podía pedir ¿Tenerlos a los dos juntos? ¿Disfrutar de ellos?, de su esencia, de sus risa, de su amor ¡Sí, eso sería perfecto! Pero una quimera, un sueño encerrado en un botellín alado. Ella lo sabía, Hemis, había recogido el botellín de entre sus sueños y tarde o temprano, presentía su reencuentro y sabría quien es ella.
       Cuando llego el momento de partir a Jinas y como no lo tenía muy claro, pensó en dejar a uno a salvo. Así lo dejo escrito para Pere: Debo acudir junto a Dios con un bebe, no es necesario que lleve a los dos y el camino que me espera seguro que es peligroso, me lo dijo el caballero hashashin... No temas por mi Pera, Dios me dijo, que al cabo de un año podré regresar con vosotros.
       Lo que no sabía ella en aquellos momentos, que el año que pasara amamantando a Ferias, sería para Hemis y el ermitaño, casi dos décadas. Ahora se preguntaba, como sería su hijo, si habría tenido buena vida. Estaba nerviosa, porqué pronto volvería con ellos. Faltaba tan poco, pero tenia miedo de llegar fuera de su tiempo. Veinte años tarde, quizá no lo acepten, igual me odia por haberle abandonado. Ella, apenas había cambiado; en ese año de veinte ¿Como explicar? —se decía para sí—. Pensarán que he vendido el alma al Diablo ¡Oh… Dios mío! Se decía y repetía, si apenas tengo la edad de mi propio hijo.
       Shelmi, había perdido el miedo a morir en su regreso, hasta el punto que lo prefería. Ahora tenía miedo al desprecio, al desamor. A ser tomada por loca, bruja... Pero no tenía alternativa, ella era la única culpable de aquella situación. Lo que mantenía su esperanza, era la fe que tenia es su hija Ferias. Ella, le decía que todo iría bien, que lo había visto en sus visiones. Ferias, había heredado esa clarividencia de su madre, pero allí en Jinas, lo había desarrollado más que Shelmi. La niña era capaz de ver casi todos los futuros posibles. A medida que en la tierra de los orígenes, iban pasando los hechos, ella veía con claridad sus consecuencias. Para ese cometido estaba estudiando y desarrollando sus poderes.
       Hasta ahora, sólo podía ver los futuros, pero tenía que aprender a actuar en esa trama de vidas. Para así poder guiarlos y actuar como un Semi-Dios para ellos. Los Maestros de Ferias, así lo hacían ayudaban a crear guerras, conflictos, la paz, el hambre y el amor. En fin esas pequeñas cosas de la vida, que hacen cambiar el rumbo de la historia. Los Maestros, han visto como muere este planeta y por lo tanto, ellos también. Como hicieron sus antepasados en tantas ocasiones de caos, desde que hay vida en la tierra. Pero esos antiguos, ya no estaban allí para ayudar. Y aunque este final aún estaba lejano, incluso para los habitantes de la tierra de los orígenes. Tenían que empezar a actuar, para poder evitarlo o si más no, aplazarlo algún Milenio.
       Ferias, penetró en el lago a un palmo del suelo, le daba vértigo volar alto, sus amigos le llamaban… El Mono de Ferias. Porqué le gustaba pasear por los caminos y bailar entre los árboles.   A Ferias, le gustaba zambullirse en el lago y jugar con los peces, subir a la roca más alta y lanzarse a la muda cascada. Nadaba hasta la orilla y estrechaba a su madre en busca de esa protección amorosa. Buscaba esa mirada dulce y compasiva, aquella que se ofrece y no pide nada a cambio, que es feliz tan sólo con la presencia de su hija. Claro que sería más feliz, si los tuviera a los dos, pero es una ilusión vana, sus vidas no le pertenecen, tienen su propio camino y ella tenía que seguir el suyo.
       Su gran problema era el tiempo, ese año, equivalía a veinte. Para Shelmi, esto era una paradoja insalvable y difícil de creer para su mente lógica. Por más que su hija Ferias, le intentaba explicar, como era posible ese fenómeno, ella lo entendía menos. Ferias, se lo explico de nuevo aquella tarde que duro una semana.
       — La cuestión es simple madre, en la tierra de los orígenes la gente se guía por el Sol, para crear su tiempo. Nosotros nos guiamos por el sol donde órbita esta galaxia. Así pues, la percepción del tiempo para nosotros es más lenta. A diferente referencia, diferente tiempo ¿Me explico madre...? Es otro nivel este estado de Jinas...
       Ella, lo miraba y no entendía nada, pero le dijo que si. Tenía suficiente con ver a su bebe, en su regazo, explicándose como un adulto, para creer cualquier cosa. Aunque no entendiera como era posible.
       — ¡Pero dime hija! ¿Que te preocupa? —preguntó con voz crepuscular.
       — Ya sabes que puedo ver los futuros posibles, pues bien, uno de ellos esta relacionado con mi hermano Hemis, ha empezado a buscar respuestas. Tu extraña desaparición y los hechos narrados por el viejo eremita, han despertado en él, un nuevo Proyecto. La búsqueda del Grial, para encontrarte a ti, madre. Ha encontrado tú Álbum y también a conocido a tú querido Assís, juntos se han propuesto buscar la verdad. Al escuchar el nombre de su amado, ella entro en su Awen, junto a los juncos del lago:
       Cariño mío! Cuanto te extraño, son tantas las sensaciones mi cielo... Tantas palabras, gestos y sobre todo tus besos en mi mejilla. Deseo abrazarte, reírte y verte sonreír. Tú eres mi Ángel... Mi bendición... Mi estrella de la suerte.... de este mi tiempo efímero. Todos los días te pienso, porqué todos ellos, te extraño. Lo más bonito de este amor tan Romántico, te lo envió a ti querido Assís.. Porqué ya no es mío, sino tuyo. Fuiste lo más importante en mi vida mundana, llegaste en un momento inoportuno, yo tenía que cumplir mi proyecto. Y a pesar de la distancia, quizá del olvido y de nuestro amor truncado ¡No sé, a quien dar las gracias!, si a la pureza del Amor, a la poesía de tus labios o a Dios, por haberte conocido.
       Sí..., a ti mi querido Assís ¿No te das cuenta, que te añoro intensamente? No oyes mi grito ¡Veeeen! Acaricia mis mejillas, acomoda tu cabeza en mi pecho y hazme soñar un sueño... Así podré susurrar en tus labios...Te aaamoooooo.... Ese sentimiento inexplicable, infinito. Eres un todo, mi único destino, mi ilusión... Mi Sino...

       Shelmi, tomó la mano de Ferias y se transformó en fénix. Sobrevoló el lago y su callada cascada. Fue directa hacia la luz, a esa claridad marmórea en su zenit. Al entrar en los fotones de claridad, la oscuridad se adueño de su entorno, sólo sus llamas iluminaban la gruta. Y de repente como si de un nuevo sol se tratase, surgió entre las rocas te Trinitas -trinidades-. De repente, al aproximarse a la fuente del olvido, Shelmi, se trasmuto en una Dulce y tierna flor que volaba. Ella revoloteaba en un enjambre familiar... Y cada una de esas mariposas, se fueron posando en cada uno de los miembros del grupo. Suavemente, con el susurro del crepitar de sus alas... Y el Halo de sus mágicos cuerpecitos. Así, fueron impregnando de una purpurina ocre, las manos y la cara de todos ellos.


      Cuando la fuente parecía irradiar luz propia, un canto resurgió entre los campos de Lavanda. Los peces del estanque saltaban en el agua, para escuchar su canción:
Vaaaas buscaaaaando respueeeestas//
Vaaaaas buscaaaando camiiiinos //
Vaaas buscaando y buscaaando //
aalgooo que noeeesta escriii-toooo.
        Hemis, extendió su mano derecha y como una pluma, Shelmi se depositó en su palma. Y una sonrisa de Hemis, ilumino los ojos de Shelmi. Ella gritaba y se desesperaba, pero él, no podía oírla sólo contemplaba su belleza, su fragilidad, pero si podía presentir un cosquilleo, que inundaba su piel. Una fuerza increíble se apodero de él y de repente, ese aroma tan peculiar. Era un olor, a madera recién cortada, a resina cristalina y pegajosa.
       Entonces, vio a su madre en miniatura, en ese pequeño cuerpo, adornado con vigorosas alas        
 ¡Madre, eres túuuu! Assís, tropezó al girarse y quedo tendido en el suelo viendo revolotear a las Ninfas, a su alrededor. Era un panorama único, casi divino, entonces Shelmi, voló de la mano de Hemis y fue a posarse en la nariz de Assís. Éste, la pudo ver tan cerca, que le saltaron la lágrimas de emoción, al reconocerla. Hemis, entretanto saco el botellín de su saca. Y escucho el dialogo de ellos:
      — ¡Oooh, estimada! ¿Pero sois Vos, querida? ¿Que te ha pasado? He llorado tanto tú ausencia...
      — ¡Lo sé, bello! Pero pronto iré a tú encuentro, y escribiremos tú nombre, junto al mío en la arena.
       — Amada mía. Bésame en los labios, Bésame mucho. Hazme enloquecer con tus cosquillas aladas...
       — Querido Assís, abre la boca que pueda saborear tu néctar afrodisíaco....
       Nuestra Ninfa Shelmi, revoloteó en el cielo de su boca y saboreó el dulce de su miel. Era una imagen idílica, cuasi irreal, Hemis quiso coger a su madre pero ésta. Tal como había venido, salió de la boca de Assís, y se volvió a transformar en la Fénix Alada
       — ¡No te marches, mi amoooorrrr!
       — ¡Madreeeeeeeeeeee!
       Que tierno ¿Verdad, amig@s lector@s? Pero ella, en su fuego interno, no podía oírles. Despego el vuelo y ambos pudieron ver, como se alejaba llevando un bebe, agarrado al cuello. Aquella escena había dejado descolocado a todos. Se miraron unos a otros y guardaron, el más triste de los silencios. El de la impotencia, el de la resignación. El silencio de los Druidas, cuando entran en su Awen, con los espíritus y con las criaturas de los bosques....
      Shelmi, se dirigió al la gruta de la luz oscura y regresaron al lago de la eterna juventud. Su blusa roja traslucida, reflejaba la belleza de sus formas. Pero su blancura celestial era inmaculada, pura, casi transparente.
      — ¿Qué vamos a hacer? —preguntó, Shelmi echando humo por la boca—. ¡No podemos dejar que sigan con esa locura...!
      — Tranquila madre, bebe un poco de agua y respira. Todo se arreglara, ya lo veras confía en mi...
      Hemis, rompió el silencio y subió a Titania y animo a sus amigos ¡Vamos, vamos! Entró en la cueva tenemos que llegar pronto, va ha oscurecer ¡Dios mío la he visto...! Hablaste con ella Assís... —grito a su amigo, como enloquecido de tanta alegría ¿Pero dime? ¿Que más te ha dicho? yo escuche poco.
       — Me ha dicho tantas cosa, que sin oírla… La he escuchado. Decía... Qué... Volviéramos a casa, que ellas vendría pronto. Los susurros revoloteaban en mi mente y yo, sólo con pensar la respuesta, ella me entendía. Tuve la sensación que aquellos dos minutos fueron más largos, poco más de una hora...
      — ¡Sí que es verdad! —confirmó, Assís— Yo hablé con ella unos cinco minutos, pero me pareció casi de dos horas...
       — ¡Venga hombre! —exputo S-Huur— No habéis hablado nunca, con una criatura del bosque ¿O qué? Ay amigos, que ignorantes sois. Los Seres fantásticos; las Hadas, Delfos, Gnomos, Sirenas, Ninfas... Incluso las brujas. Viven en un tiempo paralelo, mucho más lento que el nuestro. Pensar que una hora de ellos o en su entorno, representan dos días y medio para nosotros. Por eso nos rociaron de purpurina, para entrar temporalmente, en su estado de tiempo.
       Mientra hablaban y preparaban la marcha, llego un grupo de curas extranjeros en un carromato y pararon a tomar agua, junto a vaciar sus vejigas. Dentro de la Acémila, pudieron divisar a una mujer o monja y ¡Quizá las dos cosas! Entonces S-Huur, como buen caballero llevó agua a la mujer.
      — ¡Buenas tardes, Señora! ¿Desea un poco de agua? Hace un calor de miedo...
      — Gracias caballero, pero donde estamos acabo de despertar y...
      — Sí, vera Usted Señora. Este es el camino, que lleva a la Abadía de Montserrat o Manresa...
      — ¡Ay.. Dios mío! Por favor ayúdeme, antes que lleguen esos apestosos. Escuche me llamo, Tivisae, Tivisae del Carmen. Esos sacerdote me han secuestrado ¡Sálveme por Diooos!
      — ¡Qué me dice Señora! ¿Que la tienen presa, esos monigotes del mal? Descuide, Tivi... Del Carmen.
      — ¡Oye Hemis! Ven hay que actuar rápido, coge las riendas y corre todo lo que puedas. Llegaras a un cruce de caminos, toma el que baja al valle del bosque. Sabrás que vas bien, por el perfume de las flores, que emana de él. Allí estaréis seguros, ellos no pueden entrar en el bosque prohibido ¡Pero vengaaa es-pa-bi-laaa! Vuela de aquí amigo, luego nos vemos y no te preocupes somos tres contra tres curas.
      — Vale tranquilo ¡Luuuz! Sube detrás con la monja, yo conduzco...
       Y así fue, Luz subió rauda y veloz al carromato, éste, rugió como un trueno y salieron galopando. Cuando el polvo cubría el camino, llegaron los curas con agua y frutos del bosque.
       — ¡Eeeh, alto! Ese es nuestro carro... —gritaron los sacerdotes.
       — ¡Tran-qui-li-tos, curitas! Sólo somos ladrones, tenéis suerte que no seamos Asesinos ¿Donde vais?
       — Vamos a Manresa, pero hay una monja dentro del carro...
       — ¡Ah, la monja! No se preocupe, mi compadre cogerá lo de valor y dejara la monja en la Abadía ¿Tenéis plata, no?
       — Bueno, sí un poco y esta replica de la Morenta de recuerdo, no tiene valor sólo vale para rezar...
       — Bueno, le rezaremos...Venga toda la plata y quitaros la ropa. Hoy me pilláis de buenas, podéis quedaros en calzones. No quiero ver, vuestros pendientes reales ¡Y a correr por donde habéis venido! Mi amigo tiene un saco de serpientes y os escoltaran un trecho. Así que venga ¡A correr! y decidle al Cardenal o al Obispo, estas palabras: Vamos a por ti, cúbrete esas chilabas negras y dimite.
       — ¡Venga, no habéis oído! —gritó Shiva— o soltare mis serpientes. A ver quien corre más —sacó una de ellas y se lanzó tras ellos. Los Sacerdotes en calzas, se asustaron y apretaron a correr.
       El último de ellos, se vio acosado y casi le inca el diente en el culo. Éste, al notar el culebreo, se puso el primero en un santiamén y corrieron sin tregua, sin mirar atrás. Así fueron voceando, ladera abajo. Al final uno de ellos paró y se hincó de rodillas ¡Ooh...Señor! Hemos pecado pero pedimos clemencia. Shiva, qué lo observaba impasible —preguntó— ¿Perdón de qué?
       — El Obispo, nos pidió traer a esa doncella, vestirla de monja y llevársela.
       — ¡A síiii! Pues vaya, al final los delincuentes son Ustedes, sacerdotes del Demonio. Aún no he conocido un cura bueno, todos son afeminados e hijos de la gran P A T R I A, con perdón de sus madres y los afeminados. En fin, contarme toda la historia y veré si os perdono. Shiva, silbó y la serpiente se metió en el fardo.
       — ¡Bueno, venga! Esta era la más veloz, pero no tiene veneno. Las otras si son venenosas, un mordisco y ... Quedareis tiesos como una vela.
       — ¡No sea Usted, loco Señor! Déjenos ¿Mire hasta me cague encima? Por Dios dejadnos...
       — ¡Qué Dios, ni que ocho cuartos! No tengáis miedo de mí, debéis tenerme Paavooor. Así qué, contarme la historia y pronto o empieza el teatro y el baile del veneno. Tiene un bonito final.. La muerte...
      — ¡No. por favor! —dijeron todos al unísono— Os lo diremos todo, pero cierre esa bolsa ¡Siusplau!-por favor.
       — ¡Que plau, ni qué leches! A ver ¿De donde es la doncella y como se llama?
      — Se llama Carmen y la recogimos en una aldea llamada Rosas, cerca de Francia. Pero nos la entrego su padre, la dio como tributo para el Obispo. Todo es legal el padre la donó, para que la hicieran monja, la mujer dice al Obispo, esta endemoniada. Hay que exhortizar su alma y esa es la cuestión señor
      — Déjate de tanto Señor y decirme ¿Cuando teníais que llegar y quien más lo sabe?
      — Al tocar vísperas de mañana, Señor. Teníamos tiempo por eso paramos y sólo el Obispo lo sabe...
      — Bueno, basta de charlas. Os quedaréis aquí hasta la noche, dejaré a un par de mis amiguitas, para que no tengáis miedo, sino, pánico. Y de esto ni palabra al Obispo, decirle que se escapo. Si nos enteramos que decís algo, os las veréis con ellas cualquier noche. Soy Hashashin...-mintió para intimidarles.
       Y allí quedaron intentando tapar sus vergüenzas, al amparo del anochecer. en el bosquecillo Hemis, se paro en el lugar indicado y preguntó a ella —¿Estáis bien Señora?¿Como os llamáis?
       — Me llamo Tivisae del carmen ¿Y vos amigo? Gracias por salvarme de esos monstruos, huelen como mofetas los muy guarros.
       — Soy Hemis ¿Porqué os han capturado?
       — Decían que estaba poseída por el demonio. Mi propio padre los llamó, así que gracias por ayudar.
      — Bueno, ya estáis a salvo —exclamó S-Huur, que acababa de llegar.
       — ¡Mil gracias, caballeros! Por cierto ¿Donde os dirigís?
       — Vamos a las cuevas, podemos dejarte en Collbató...
      — Quisiera, quedarme con vosotros. Estoy solita y no conozco a nadie de estas tierras..
      — Bueno, esta bien. Soltaremos un caballo del carromato y montaras en él —objetó S-Huur.
      — Pero tienes que ponerle un nombre —insinuó Luz—. Así podrás hablar con él.
      — ¡De veras! Bueno la llamare Mirall -espejo-, parece tan radiante sin correaje, será como mi reflejo...
       — Por cierto, Tivisae. Debes cambiarte de ropa, para no levantar sospechas. Toma Tivi —entregó luz— Éste vestido te sentará bien...
       — Gracias amiga, que Dios te lo pague, no tendrás algo de ropa interior, quiero quitarme este cuero que me envolvieron...
       Salieron al galope por las llanuras Montserratinas. AL cabo de una hora un halcón sobrevolaba sus cabezas. S-Huuur, miró al cielo y exclamó.
       — ¡Ven bonita, Samira bonita, ven! —alzo el brazo y el halcón se posó en él.
      — Samira linda ¿Qué me traes aquí?¿Tienes hambre? Toma guapa —y le tendió un trozo de carne seca. Cogió el pequeño pergamino y leyó:
      ¡Salam, amigo! Namás? Handulila... —formuló el saludo retórico— Tienes que regresar a Ketama, tu futura esposa te necesita ¡Slama!
      — ¡Amigos tengo que dejaros! Pero cuando vuelva os buscare con mi Samira. Dame tu pañuelo Hemis, ella te encontrará allí donde estés y así podemos comunicarnos. Pero recuerda cuando venga dale de comer y que descanse unos días, antes de regresar a mí. Y ya sabéis, podéis quedaros en casa.
      — ¡De acuerdo! —asintió Hemis— Toma mi fular y ten cuidado amigo.
      — Lo mismo digo, Hemis y compañía ¡Hasta pronto!
       Así fue como S-Huur, desapareció como la niebla y valga la redundancia, desapareció con su yegua Niebla, tras el camino.
      — ¡Bueno gente! —objetó Shiva— Nos quedamos sin guía.
       — ¡Epale, qué importa! —afirmó Mirna-Luz— Yo conosco estos paraajes ¡Quisas mejor que él!
      — ¡A síii! —comentó irónico Hemis— Entonces, no hay problema yo también conozco bien la montaña. Por cierto ¿Sabes otra entrada a las cuevas? Creó que la tienen vigilada...
       — ¡Sí, queriiiido! Tengo aquí un esquema. Pero hay que entrar en la noooche, esa entrada también debe estar vigilaaada. Y además, tendremos que escalar un poquito, a mitad de las Prenyada, -embarazada nombre de la roca- hay una entrada. Pero neseçitaremos cuerdas, carburo para la luçes, en fin el material de escalada ¿Sabéees? Esteee, en Collbató, podemos comprar lo que nos falte.
      ¡Esta bien, vayamos! No sabía que en la Roca Prenyada, había una gruta. Es curioso, el nombre es demasiado evidente —prenyada en castellano es embarazada— ¿Nos dará tiempo a subir antes de anochecer?
      — Sí, claro. Hay que llegar a la base de la roca, sobre las seis, tenemos tres horas de escalada. Después ya tenemos todo el tiempo del mundo.
       — ¡Venga, anem doncs! ¡Eyyyy, Vosotros! ¿Habéis terminado de rezar...?
      — ¡Sí si, tranquilo! Ya estamos...
       Después de comprar todo lo necesario, llegaron a pie de la Preñada, sobre las cinco y media.
      — ¡Esteee... Bueno gente! Vamos bien de tieeempo, suerte que es verano y no anocheçe hasta las dieeees. A ver organiçemonos, yo iré la primera ¿Quien no sabe escalar?
       — ¡Yoo.. No! —contestó Tivisae— Pero soy ágil..
      — Bueno tranquiiila, Vos irás tras de mí, te ayudaré, éste primer tramo es fáaacil.
      — Tú Makdub, iras terceeero... Azis después, tú shiva ves detrás de él y tú Hemis, ya que sos tan buen escalador, podés ir el último recogiendo el material... ¿Te pareçe...?
       Y así, empezaron la ascensión sin más preámbulo. Estaba poniéndose el sol, cuando llegaron a la reunión en el portal de la cueva. Luz, bajo la primera nuevamente y los demás la siguieron. Era una especie de chimenea grande, que bajaba unos vénticinco metros. Al final del descenso, había una sala abovedada inmensa, con cuatro grutas.


     — Bueno, yo sólo conosco el camino hasta acá —exclamó Luz— Ahora tendremos que ir, por el que nos de mejor roollo...
      — Entonces, le toca el turno a mis pequeñas —objetó Shiva, sacando una pequeña culebra, dejándola en el suelo— Ella nos ayudará, a no nos perdamos y nos guiará por el buen camino. Yo la llamo Cortes, como el descubridor.
      — ¿Estas seguro de lo que dices? —preguntó Tivisae, incrédula.
      — ¡Pues claro! Por quien me tomas... ¿Crees que os voy a engañar?¿O qué?
      — No, claro que no. Pero me parece raro lo que dices...
      — ¡A caso, no vendrá Samira! El halcón de Dimoni, con sus mensajes... Pues ésta serpiente es guía experta, sobre todo en las entrañas de la tierra. Que sepas que hablo con ellas ¡Vas a ver! Oye Asma —escucha— Cortes. Vamos Ailla, —hermosa mía—, de paseo ¡Ah..Por cierto, Hemis! déjame la medalla de tu madre, ella recibirá sus vibraciones y si está aquí la encontraremos ¿Tenéis una brújula?
      — Sí, toma —ofreció, Hemis—. La brújula y la medalla, comooo...?
      — ¡Bien, vamos a ver! Mirad, el norte indica la tercera galería. Venga pequeña ¿Por donde vamos? —ov..ob...aub— Esto quiere decir que busque el agua. Ella siempre otea el norte o el agua, que suelen ser el mismo lugar... ¡No sé porqué! —y así fue, la pequeña Cortes, se dirigió a la tercera galería.
      — ¡Esta cueva, es fantástica, ástica...ca...ca! —resonó Tivisae—. Sus estalactitas, me recuerdan a montserrat al revés ¿No os parece...?
      — ¡Síii, moracha! —asintió Luz—. Ahora estamos en el vientre de la Prenyaada, ves esos murçiélagos apiñados. Ya mismito, saldrán a la superfiçie a comer y cuando sea oscuro, se irán hasta el amanecer, que volverán a dormir.
       — ¡Bueno amigos! ¿Qué hacemos? —preguntó Shiva— Estoy seguro, que si hay algún misterio que custodiar. Allí estarán mis pequeñas amigas, desde siempre se han utilizado las serpientes, como guardianas por excelencia de los secretos. También se les relaciona con la mujer, se representa de modo triunfante, con las ondas de su cuerpo; en forma de cresta de montaña. Los Celtas, hacían grabados de ellas en los Menhires. Son símbolo de fertilidad y destrucción.
      — Eso esta bien —objetó, Hemis sin escucharle—. Pero, somos muchos para ir por el mismo camino. Propongo que nos dividamos, así exploraremos todas la grutas.
      — ¡A mí, me parece bien! —confirmó Azis— Yo iré por la primera galería con Makdub ¡Si os parece...!
       — ¡Ché..Esta bueeeno! —exclamó, Luz— Vos vendrás conmigo Hemis, por la segunda ¿Síii...?
       — ¡Bueno, Tivi! —bisbiseó Shiva— Sólo quedamos Tú y yo, iremos por el norte, la tercera caverna. Pero no quedará otra, el primero que regrese aquí, puede explorar la cuarta gruta. Recordar dejar una señal, para saber donde esta el grupo. Así pues, en marcha a ver como caza la perrita, como dice Hemis ¡Vamos, Madame Tivi! Cesar ya se puso en marcha... —y desaparecieron en la oscuridad.
      — ¡Venga queriiido! Vamos aya, a ver que sor-presa nos encontramos...
      Assís y Makdub, para variar, se pusieron a rezar cara a la gruta. Pidiéndole a su Dios, que los guiara y protegiera. Mientras, en la segunda galería Hemis y Luz, surcaban el túnel hasta que llegaron a una bifurcación. Entonces, preguntó Luz —¿A doonde?
      — ¡Bueno lo haremos a suertes! Pero hay que marcara el camino. Estas grutas son como laberintos.
      — ¡Claro, tenés rasón cariiño! Vos siempre pensáis en todo... ¡Mi carita de huevo! Dibujare una flecha acá, bien grande para que no se borre y listos...
      — ¡Vale pero tranquila! Tenemos tiempo, comamos algo antes de seguir, tengo apetito.
      Mientra, en el otro lado de la cueva, Shiva y Tivisae. Socavaban su gruta, con paso apresurado. Pues, Cesar iba rapidísimo, a pesar de no tener piernas.
      — ¡Oye, Shiva! Es sorprendente, que esa pequeña culebra sepa donde va. A mi me lo parece... Al menos.
      — La verdad, es que no es fácil... Nací entre ellas, mi padre era un gran experto y yo, de niño me crié y jugué con ellas. A veces, ellas adivinan los pensamientos y el idioma Celta, lo entienden créeme, no todas pero estas mías ¡Sí!
      — Es sorprendente, me dejas de piedra ¡De veras! Pero yo pensaba que las controlabais con la flauta...
      — Sí, pero eso es para el espectáculo, algunas quedan como hipnotizadas, pero hay que enseñarlas de pequeñas. Y ese, es un vocabulario que viene en sus genes, pero yo prefiero el idioma Celta. Me lo enseño, Padre, a él mi abuelo y así sucesivamente. Además, todas las que tengo son descendientes, de las primeras de mi familia. Que se remonta hasta la época esplendorosa de los Celtas.
      — Entonces, serán como si fueran tus hijitas ¿No?
      — Sí, puedes decirlo así, pero para mí, son como mis hermanas inmortales. Siempre parecen las mismas, creo que todas ellas se van reencarnado. Porqué, cada una tiene una facultad específica y distinta, que las diferencia de las demás. Ésta, Cortes, sabe Buda donde nos lleva, pero seguro que encontramos agua como te dije y sus hijas lo heredarán. Como las personas ¡Vaya! ¿Me explico?
      — ¡Sí, claro! pero eso de la reencarnación. No sé si es posible, yo soy Católica y creo en el Dios. En Jesús, el cielo, el infierno y todas esas cosas que me enseñaron de pequeña.
      — Es normal, a mí me criaron así y bajo la religión Budista. Aunque no creas, soy un Budista Europeo, no sigo la ley a rajatabla. Soy un cuarto Budista, otro Católico y otro tanto Musulmán y el resto por descubrir. Todas las religiones dicen lo mismo, Tivisae del Carmen. Cada una tiene sus normas, pero el Dios, es sólo uno. Luego esta lo que cada cultura interpreta...
      — ¿Cual es la mejor, Shiva...?
      — ¡Todas son buenas y malas! Por eso cojo, un poco de cada una. El fanatismo, no es bueno Tivisae, sino mira donde te llevaban a ti, vete a saber con qué fin. Bueno, lo que quería decir, es que hay que buscar el equilibrio en todo y no juzgar, ni a Dios ni Alá. Menos aún, a las personas, todos somos iguales, con las diferencias de la herencia y la religión. Pero el fondo mujer, siempre es el mismo. Es fácil ser malo y quizá bueno también lo sea, pero el equilibrio es más complicado. Como el Amor, querer es fácil todos amamos a alguien o a nosotros mismos. Pero ser Amado por otro, eso Tivi, eso si que es difícil ¿Me explico bien amiga...? Por cierto, háblame de esos curas ¿Porqué te secuestraron?
      — No hay mucho que decir, soy hermosa y virgen. Dos cosas, que ellos quieren poseer y ahora nunca tendrán. Soy Cristiana, sí, pero no soy tonta. Antes que yo, hubieron otras en el pueblo que han pasado por lo mismo. Pero, gracias a Dios, os puso a vosotros en mi destino y de nuevo os doy las gracias, nunca podré pagaros, vuestro favor...
      — ¡No digas bobadas! No debes nada, sólo con vuestra felicidad tenemos suficiente. Además, Dios nos cría y nosotros no juntamos, Tivisae del Carmen.


    Mientras, Luz y Hemis, se arrastraban como podían en su túnel, llegaron a una sala impresionante. De grandes magnitudes con una forma fantasmagóricas, entonces, señalo Luz, hacía la bóveda.
      — ¡Mira Hemis! Los murçiélagos están despertaaando, ya viene la noche con su severa oscuridad, pero acá siempre es de noche ¡Es curioso como saben ellos, cuando deben salir!
      — ¡Supongo, que es su instinto! Deben presentir la noche, como se presiente un amor             Entonces, como por arte de mágia, fueron despertando los murciélagos y fueron remontando el vuelo como poseídos.
      — ¡Oyes ese murmullo! Mira al final. Parece que hay una bifurcación, entonces se pararon a escuchar el eco de la gruta. Al poco tiempo vieron un reflejo luminoso, que se acercaba.
      — ¡Mira! —gritó Hemis—. Parece que se ve luz al final del túnel, Mirna...
      — ¡Ey... Quien anda ahí, ahí... Ahí...
       — ¡Somos nosotros, otros... Otros...! —Se escucho al poco y a los minutos, se vio la luz de carburo, que se acercaba y decía: Somo nosotros…,otros... Assís y Makdub…, dub…, dub.
      — ¡Nosotros! Luz y Hemis, vaya esto es un laberinto...
       A los cinco minutos, estaban los cuatro saludándose, como si hiciera años que no se veían. En la oscuridad, el tiempo parece detenerse e ir más rápido a la vez. Shiva y Tivisae, bajaron por un corredor, a través, de una escalera de sal, hasta llegar a un lugar llamado el pozo del diablo. De unos dieciseis metros de profundidad, donde observamos un submundo repleto de creaciones artísticas naturales, como la cueva de la virgen, donde había una imagen en estalactita de la Moreneta. Tivi, pregunto por el nombre de Shiva y éste le contestó...
      Pero antes de escuchar el significado de Shiva, echaremos un vistazo tras la muda cascada:
      Shelmi miraba a su hija con melancolía, los fantasmas de sus culpas, afloraban en su mente; martilleando sus oídos. Si el tiempo en Jinas, pasaba tan lento, al compararlo con la tierra de los orígenes, Shelmi, ahora lo sentía realmente, con toda su tortura, con todo su miedo.
      El más anciano del Reino de Jinas, rozó con su pensamiento la mente de Shelmi. Abrió sus ojos y oteó las aguas cristalinas. Entre ese lago, fue surgiendo el anciano montado en un pequeño délfin. Ella, nunca había visto a Sir, su hija Ferias, le había contado que allí vivía el anciano. Éste, le indico que subiera sobre el delfín blanco. Le colocó un catéter en sus fosas nasales, el cual estaba conectado con los pulmones del cetáceo y empezó el viaje...
      Los delfines usan los sonidos, la danza y el salto para comunicarse, orientarse y cazar a sus presas; además utilizan la ecolocalización, a veces llamado Biosonar. Sir, el anciano del Reino de Jinas, emitió un sonido en una especie de caracola y el delfín se sumergió en el lago, haciendo una pirueta en el aire. Dentro de aquel mundo sumejido













2 comentarios:

  1. Shelmi un personaje enigmático, misterioso lleno de magia y fantasía, que lo vas relacionando poco a poco a Monserratt y al Santo Grial....La aventura continua con los personajes, Hemis y Luz con su amor que refrescan me encanta!!!, muy bien amor, besos....

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  2. millones de gracias mi amol y perdona no leer antes el comentario pues no me llego el aviso ahora mirare los otros si lo hice .....besotes mi todo

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